Como madre viuda de dos hijos autistas, vivo una batalla diaria. Cada día es un desafío, pero también es una prueba de mi fe. Estamos sobreviviendo por la gracia divina y la bondad de corazones generosos como el tuyo. Tu donación, sea cual sea el valor, puede darnos el aliento que necesitamos para seguir adelante. Es mucho más que dinero: es la oportunidad de mantener viva la esperanza en nuestros corazones. Lo que siembres en nuestras vidas, la fe lo devolverá en salud, amor y prosperidad. Hoy, puedes ser el milagro que tanto pedimos. 🙏❤️